Reseña crítica del libro Sindicalismo y economía social para la transformación. Sindicalismo Transformador, Economía Social y Transformadora y estrategia económica soberanista para Hegoalde

Reseña crítica del libro Sindicalismo y economía social para la transformación. Sindicalismo Transformador, Economía Social y Transformadora y estrategia económica soberanista para Hegoalde

Reseña crítica del libro Sindicalismo y economía social para la transformación. Sindicalismo Transformador, Economía Social y Transformadora y estrategia económica soberanista para Hegoalde.

Autores: Grupo Talaios Koop

Edita: Fundación Manu Robles-Arangiz Institutua Barrainkua, 2023

 

Damian H. Cuesta, para ICEA

Urgencias practicables para superar al capitalismo. Recuperación de la soberanía sobre los recursos comunes.

Afirmar que el capitalismo produce crisis, sí, pero afirmar que el capitalismo agoniza es, más bien, una ingenuidad. Su devenir histórico ha sido un continuo dar coletazos de irracionalidad destructiva de la vida. De la vida humana, incrementando los conflictos bélicos en el mundo por el control de los sobre-explotados recursos planetarios, cada vez más escasos, y de la vida natural, rindiendo los equilibrios ecológicos supervivientes a la depredación económica sin límites, ni morales ni éticos.

Pero, ¿qué podemos hacer? El grupo Talaios Koop trata de responder a esta pregunta plasmando una propuesta en el libro: Sindicalismo y economía social para la transformación, editado por la Fundación Manu Robles-Arangiz Institutua, entidad cultural ligada al sindicato ELA (Eukal Sindikatua).

Es necesario adelantar dos “premisas” contenidas en este trabajo que me han llamado la atención. En primer lugar, como señalamos al comienzo, es preciso negar el agotamiento del capitalismo en sí mismo (o, mejor dicho, por sí mismo, ya que éste se regenera y reinventa históricamente en una agónica y destructiva huida hacia adelante), al mismo tiempo que es vital (re)afirmar la necesidad de su reemplazo como sistema económico en pro de la supervivencia de las especies, incluida la nuestra, la humana.

En segundo lugar, conviene adelantar que en la estrategia propuesta por el grupo Talaios Koop se considera la política institucional como una vía más para favorecer el tránsito transformacional hacia la soberanía económica y social de los pueblos. No es nuevo, en el último encuentro internacional de la economía de los trabajadores (el IX encuentro se realizará los días 28, 29 y 30 de septiembre de 2023, en Rosario, Argentina), delegados de trabajadores de empresas recuperadas, ponían el acento en la necesidad de eliminar las barreras legales e introducir normativa que facilite la materialización del autogobierno de los trabajadores y trabajadoras.

Deseo detenerme en este punto para reflexionar sobre, a mi modo de ver, equívoco dualismo estratégico de la acción política que divide a rupturistas y gradualistas dentro de la tradición socialista libertaria. Equívoco dialécticamente, al menos, si partimos de la idea de que todas somos rupturistas y/o gradualistas en consonancia con el momento histórico que vivamos, el cual, nos exigirá una u otra estrategia. Es decir, es preciso aceptar que el hecho de perseguir un mismo fin social puede hacerse desde estrategias distintas o/y complementarias, siendo los recursos y las oportunidades del contexto los aspectos que influirán en la toma de decisiones metodológicas ¿Quiere decir esto que el fin justifica los medios?, no, quiere decir que el momento histórico condiciona, sino determina, la estrategia más apropiada para abordar las necesidades de transformación social.

En el contexto social, político y económico de comienzos de la tercera década del siglo XXI las propuestas gradualistas presentan mayor posibilismo objetivo que la alternativa rupturista. La situación actual parece exigir, en mayor medida, incrementar los esfuerzos por aumentar la masa crítica social con el fin de llevar a cabo políticas transformadoras que arraiguen cambios estructurales en nuestra sociedad.

Teniendo en cuenta ambas premisas, Talaios Koop, nos presenta una propuesta bien cerrada, proporcionando elementos objetivos para construir una estrategia socioeconómica soberanista basada en una economía sustantiva y orientada hacia modelos productivos democráticos y soberanos impulsados por un sindicalismo transformador.

Los principios económicos que nos ponen sobre la pista son el de (re)territorialización, (re)primarización y soberanía. El primero rompe con la dependencia económica de los territorios con el capital globalizado. El segundo rescata la economía local del extractivismo foráneo. El tercero recobra la autonomía de un pueblo a la hora de tomar decisiones sobre las necesidades materiales y espirituales fundamentales para el desarrollo humano. Una soberanía sobre los recursos estratégicos materiales, pero también sobre las decisiones individuales y colectivas respecto a un modelo de consumo en permanente armonía entre las necesidades y su satisfacción sostenible y responsable.

En los primeros capítulos del libro: Sindicalismo y economía social para la transformación, sus autores desgranan la carencias y dependencias de la economía vasca. Nos describen la evolución sistémica experimentada en Euskal Erria, desde un capitalismo neoliberal intervencionista, en el que enmarcan las fracasadas políticas industriales llevadas a cabo durante las últimas décadas, hasta el capitalismo digital surgido con la cuarta revolución industrial” (4RI), abriendo el camino al denominado capitalismo de plataformas (Uber, UberEats, Rappi, Cabify, Deliveroo) y al nuevo taylorismo digital, azote del estatuto de los trabajadores, conformando una vuelta a las relaciones laborales dickensianas: sin salario mínimo, horas extraordinarias y sin las protecciones recogidas en las leyes contra la discriminación en el empleo.

Es a partir del capítulo tres cuando los autores nos emplazan a seguirles en su propuesta estratégica a través, y hacia lo que ellos denominan escenario transformador-soberanías, y cuyas principales categorías, ya mencionadas, se basan en la autonomía e independencia de los pueblos y sus gentes, a saber, (re)articular los circuitos económicos territoriales, ganando soberanía, autonomía y arraigo, alimentados por un modelo de consumo responsable; conocer el metabolismo productivo de las sociedades, cómo funciona y cuáles son sus interacciones con la biosfera; promover el autogobierno de los organizaciones económicas y productivas por parte de los propios trabajadores incluyendo, entre otras medidas, la creación de un cuerpo legislativo que lo permita y favorezca; todo ello, en definitiva, para, de forma gradual, transitar hacia una economía social transformadora.

Es interesante destacar el capítulo 5 en el que podemos encontrar una relación extensa de modelos internacionales de autogestión productiva, desde la Confederación de Sindicatos Nacionales (CSN) de Quebec, Canadá; o la Central de Cooperativas y Emprendimientos Solidarios (UNISOL), Brasil, hasta la Asociación Nacional de Trabajadores Autogestionados (ANTA), Argentina, todas ellas experiencias representativas y ejemplificadoras para Talaios Koop.

Sindicalismo y economía social para la transformación no deja de ser una propuesta teórica más que sumar a nuestra biblioteca crítica, pero es interesante su análisis descriptivo de fondo y, sobretodo, si hay algo que quiero destacar, es su invitación a salir de la marginalidad clásica dentro del movimiento socialista libertario.

Para finalizar, siguiendo mis lecturas de Marx, deduzco que de la opresión feudal se liberó la burguesía, los grandes comerciantes e industriales del siglo XVII, no lo hicieron obreros y artesanos. De la opresión capitalista, artefacto de la burguesía histórica, podemos decir que se liberarán los obreros y artesanos y, con ellos, la humanidad y el planeta que habitamos.

Dr. Damian H. Cuesta,

para el Instituto de las Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA)